Parches transdermales: Beneficios y correcta manipulación

Kimberley Pardo Analista de Marketing y Desarrollo de Negocios

 

 

La piel es una barrera natural que protege nuestro cuerpo, pero también es permeable a diversas sustancias, incluidos algunos medicamentos. Moléculas de peso molecular bajo y alta liposolubilidad son ideales para la administración transdérmica, ya que se absorben con facilidad a través de la piel. Los parches medicinales son preparaciones farmacéuticas que logran modificar la permeación de la piel para un determinado grupo de fármacos de manera tal de lograr una permeación constante y obtener así la administración optima del medicamento. Esta forma de administración es especialmente útil en tratamientos a largo plazo, ya que asegura una liberación constante y sostenida de los principios activos. Además, al ser absorbidos a través de la piel, los fármacos evitan el paso por el sistema gastrointestinal, lo que reduce el riesgo de reacciones adversas. Esta es una de las ventajas significativas de los parches transdérmicos.

Ventajas de los parches: Como mencionamos en el siguiente artículo, los beneficios de la utilización de parches transdermales por sobre otros métodos de administración son:

• Mejor biodisponibilidad • Administración controlada y constante • No invasivo • Fácil aplicación • Mejor cumplimiento del paciente

Para asegurar una correcta manipulación de los parches transdermales, es importante seguir estas recomendaciones sobre cómo utilizarlos:

Preparación de la piel: Antes de aplicar el parche, asegurate de que la piel esté limpia y seca. Evitá aplicarlo sobre maquillaje, cremas, lociones u otros productos tópicos que puedan interferir con su adhesión.

Elección de la zona: Optá por áreas con poca cantidad de vello, como la parte exterior del brazo o la parte superior del tronco, donde no haya fricción con la ropa.

Evitá ciertas áreas: No apliques el parche en zonas con cicatrices, quemaduras o irritación, ni sobre huesos como codos o rodillas, para garantizar una buena absorción del fármaco.

Lavado de manos: Laváte bien las manos antes y después de manipular el parche. Retirá el parche del envase protector y aplícalo sobre la piel, ejerciendo una ligera presión durante unos 10 segundos para asegurar su adhesión.

No modificar los parches: No cortes, dobles ni partas los parches, ya que esto puede alterar la liberación del fármaco, causando sobredosis o reduciendo su efectividad. Si necesitas una dosis menor, utilizá un parche de menor dosis según lo prescrito.

Rotación de zonas: Alterna la zona de aplicación del parche para evitar reacciones alérgicas locales.

Disposición adecuada: Desecha los parches usados, caducados o no utilizados. Los parches desechados deben ser plegados de manera que el lado adhesivo se enganche sobre sí mismo para una eliminación segura.

Mantené fuera del alcance de los niños: Al igual que cualquier medicamento, los parches deben mantenerse alejados del alcance de los niños para evitar ingestiones accidentales.

Conclusión

En resumen, los parches transdérmicos representan una herramienta valiosa en el arsenal terapéutico, ofreciendo beneficios significativos y facilitando la administración de medicamentos para muchos pacientes.

Referencias:

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