Siguiendo las indicaciones médicas y estas recomendaciones, el parche transdérmico brindará el rendimiento óptimo para el adecuado tratamiento terapéutico.
Los parches transdérmicos son adhesivos sensibles a la presión que liberan de forma controlada un compuesto farmacológico. Para lograr su correcto funcionamiento le sugerimos considerar estas recomendaciones:
Al momento de emplear parches transdérmicos surgen dudas sobre lo que puede hacerse y qué no. Por ello hemos reunido los recaudos a tener en cuenta (y sus fundamentos) para que el sistema tenga efectividad terapéutica.
Un artículo esclarecedor que, con seguridad, querrá sumar a su listado de favoritos.
La administración de fármacos transdérmicos de acción sistémica es un método que consiste en aplicar en la piel el parche para que el compuesto atraviese la barrera cutánea y actúe sobre tejidos u órganos de forma directa.
Dentro de los sistemas de administración de fármacos transdérmicos (TDDS- “Transdermal Drug Delivery Systems”) encontramos los parches de acción sistémica cuyas principales ventajas son:
El parche transdérmico es altamente efectivo con tan sólo seguir las indicaciones médicas y las del laboratorio. Si a la vez sigue recomendaciones generales como las que le brindamos a continuación, logrará un correcto rendimiento del tratamiento.
En los parches transdérmicos, la humectabilidad juega un papel importante en el control de la liberación del fármaco. Unas horas después de la aplicación del dispositivo, la superficie se humedece y comienza la administración controlada mediante la porosidad del parche. Por ello es clave lograr una máxima adherencia del mismo.
Para lograrlo es importante que:
Los parches son resistentes al agua, por lo que se puede bañar o duchar sin problemas. Se recomienda utilizar jabones y geles de PH neutro para evitar el enrojecimiento de la piel.
Al momento de higienizar la zona, siempre es mejor utilizar agua fría.
Cuando lave o seque el área, tenga la precaución de no frotar. Ya que esto podría afectar la adherencia del parche.
Los parches cuentan con la enorme ventaja de períodos de administración extensos (entre 12 hs y 7 días) gracias a que el fármaco se va liberando de forma gradual.
Sin embargo, como en todo tratamiento, para que sea efectivo es necesario tener constancia.
Una buena estrategia es establecer una rutina respecto al día y hora de reemplazo. Con el avance de la tecnología es posible lograrlo utilizando aplicaciones que nos sirvan de recordatorio o bien alarmas en el teléfono móvil.
En caso de que se olvide de reponerlo en el momento adecuado, hágalo cuando se acuerde y continúe el tratamiento de forma normal. Si omite cambiarlo no coloque dos parches juntos para compensar. Recuerde que el sistema cuenta con la dosis justa del fármaco.
Como explicamos anteriormente el parche libera el principio activo con la humedad. De tal forma, el proceso se verá alterado si exponemos esta área a mucha temperatura. Esto sucede debido a lo siguiente:
Por este motivo:
En resumen, para que el parche transdérmico tenga un correcto funcionamiento tan sólo es necesario: garantizar la adherencia, realizar una correcta higiene de la zona, ser constante en la aplicación y evitar las fuentes de calor. Estas son recomendaciones generales para el uso de parches, pero están subordinadas a las indicaciones médicas y las del prospecto de cada medicamento, de modo de conseguir un tratamiento efectivo.
¿Sumaría algún otro consejo a este listado? Esperamos su comentario ennuestras redes.
Referencias:
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