En el diseño de un parche medicinal se deben considerar diferentes requisitos a cumplir como son la liberación del principio activo en la dosis indicada y la estabilidad del producto a lo largo de su vida útil, entre otros. Uno de estos requisitos es la adhesividad efectiva durante el tiempo de uso declarado del medicamento, lo que se traduce en cuanto de la superficie del parche continua en contacto intimo con la piel al finalizar el periodo de uso del mismo. Este requisito es de suma importancia ya que para que el principio activo pase desde el parche hacia la piel (absorción) debe asegurarse el contacto efectivo entre ambas superficies.

¿Pero que pasa cuando una formulación presenta poca adhesividad o simplemente no consigue cumplir una adhesividad efectiva en periodos de uso que pueden durar hasta 7 días?

La capa adhesiva cobertora es, en pocas palabras, un parche adicional de mayor tamaño que el parche activo y que que se coloca por encima de este, cubriéndolo en su totalidad. La misma puede presentarse en forma separada al parche, para ser ensamblaba por el paciente al momento de su aplicación o incorporada al parche en el momento de su fabricación, convirtiendo a este en un dispositivo multicapa.

La capa cobertora no contiene principio activo y debe presentar una adhesividad mayor a la del parche que está cubriendo, para asegurar una adherencia efectiva a lo largo de todo el tiempo de uso. Debido a esto, la formulación de una capa cobertora presentará una serie de desafíos que deben resolverse para que la misma cumpla su función.

La primera característica que debemos considerar es la composición de la capa adhesiva cobertora que debemos usar, la cual puede ser similar o diferente al parche que contiene al principio activo y responderá principalmente a la capacidad adhesiva que buscamos. Un punto muy importante en esta selección, es que la composición de la capa adhesiva cobertora sea compatible con el principio activo y con el resto de los excipientes que contiene el parche, porque ambas se encuentran en contacto intimo a lo largo de todo el perímetro del parche y una incorrecta elección podría derivar en la formación de impurezas indeseable en el producto.

Otra característica importante es el tamaño que esta capa cobertora debe presentar con respecto al parche que contiene. Por un lado, una capa adhesiva cobertora presenta una superficie de contacto mayor que la del parche, favoreciendo la adhesividad del conjunto, pero por otro lado este mayor tamaño podría traerle complicaciones al paciente al momento de su aplicación o uso. El tamaño que se defina para la capa adhesiva cobertora será un equilibrio entre estos dos factores mencionados.

Por último, una característica particular de las capas adhesivas cobertoras que se debe considerar es su capacidad para no solubilizar o transportar el principio activo contenido en el parche. Como mencionamos al inicio de esta nota, la absorción del principio activo desde el parche hacia la piel está relacionada con la superficie de contacto efectivo entre ambas superficies. Si el principio activo pudiera transportarse desde el borde del parche hacia la capa dadora, mediante un fenómeno de difusión, dicho principio activo tendría la capacidad de difundir a la piel a lo largo de toda la superficie de la capa adhesiva cobertora, alterando la liberación definida originalmente para el parche. Esta característica se vuelve de suma importancia en medicamentos de alta potencia, ya que podría llevar a una sobredosis y un consecuente daño al paciente. Cabe mencionar que por esta razón no es recomendable el intercambio de capas adhesivas cobertoras entre diferentes parches medicinales o la utilización de cintas adhesivas hogareñas para cubrir los parches.