Dr. Francisco Stefano – Director
A fines de diciembre de 2019, se reportaron en Wuhan, China, una serie de casos de pacientes hospitalizados con neumonía e insuficiencia respiratoria causadas por un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2). La rápida expansión de la enfermedad llevó a identificar el virus el 7 de enero y a declarar la cuarentena en Wuhan el 23 de enero. La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el brote como una "Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional" (PHEIC), su nivel más alto de alerta en ese momento. En marzo, con más de 118,000 casos en 110 países, la OMS reconoció el brote como una pandemia global.
Desde entonces, el COVID-19 se ha convertido en un desafío mundial que afectó la vida de millones de personas, impulsando respuestas diversas en cada país. El 11 de febrero de 2020, la OMS nombró oficialmente al virus como COVID-19 (Coronavirus Disease, 2019), y a pesar de las medidas de contención, la enfermedad se propagó por Asia, Medio Oriente y Europa.
Las medidas para contener la propagación fueron objeto de intensos debates. En los Estados Unidos, el Dr. Anthony Fauci, líder en la respuesta contra la pandemia, fue figura central en la implementación de políticas de distanciamiento social. Fauci, reconocido por su trabajo en la lucha contra el VIH/SIDA, se enfrentó a fuertes críticas en el Congreso Americano en junio de 2024, particularmente por su recomendación de distancia social.
The size of respiratory droplets plays a crucial role in COVID-19 transmission. Larger droplets El tamaño de las gotas respiratorias juega un papel crucial en la transmisión de COVID-19. Las gotas grandes (>5 micras) caen rápidamente en superficies cercanas y son responsables de la transmisión a corta distancia, mientras que los aerosoles (<5 micras) permanecen suspendidos en el aire y pueden viajar mayores distancias, lo que los convierte en un riesgo mayor en espacios cerrados y mal ventilados. aerosols (<5 microns) remain airborne and can travel greater distances, posing a higher risk in enclosed, poorly ventilated spaces.
Inicialmente, se creía que las gotas grandes eran las principales portadoras del virus, lo que llevó a medidas de distanciamiento menos estrictas y al uso de mascarillas con tejidos más sueltos. Sin embargo, en 2021, los científicos comenzaron a comprender que el virus también se propagaba por aerosoles, lo que subrayó la importancia de la ventilación adecuada y el uso de mascarillas más efectivas.
Este episodio nos enseña que las conclusiones científicas deben interpretarse con cuidado, ya que las recomendaciones pueden variar en función del contexto de los estudios. La extrapolación de resultados debe ser respaldada por investigaciones adicionales
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