José María Altinier - Supervisor de Desarrollo Galénico
El manejo efectivo del sudor que se genera en la zona de contacto parche-piel, es un requisito fundamental en el diseño de un parche medicinal, para poder brindarle a los pacientes productos seguros y confiables. El no cumplir con este requisito puede generar inconvenientes que van desde comprometer la adhesión efectiva del parche a lo largo de su periodo de uso, hasta la aparición de reacciones adversas como es la Maceración de la piel.
La piel, al igual que los demás órganos del cuerpo, posee una importante presencia de agua en su composición estructural y si bien nos gusta pensar a este órgano como una barrera infranqueable que protege a nuestro cuerpo de agentes nocivos externos, tenemos que considerar que en la misma existen procesos de incorporación de sustancias, como es el caso de los principios activos en un parche medicinal, o de liberación de agua, como es el caso del sudor.
El agua circula continuamente desde los estratos profundos de la epidermis hasta la superficie, donde se evapora, dando lugar a lo que se conoce como proceso de transpiración. Este proceso regula la cantidad de agua en la piel además de estar relacionado con el control de la temperatura corporal.
¿Pero que pasa cuando colocamos un parche medicinal sobre la piel?
La presencia de un parche medicinal sobre la piel podría significar la generación de una barrera física que podría impedir la normal evaporación de sudor desde su superficie, derivando en su acumulación en la zona de contacto parche-piel. Esta acumulación de sudor puede generar varios inconvenientes tanto de funcionamiento o efectividad como de seguridad para el paciente.
Uno de los inconvenientes sería el comprometer la eficacia terapéutica del medicamento al interferir en el contacto entre la superficie adhesiva del parche y la piel, provocando que el parche se despegue prematuramente sin haber liberado la dosis estipulada de principio activo. Recordemos que los parches medicinales posen una matriz adhesiva la cual tiene la función de adherirse a la piel para liberar el principio activo que contienen. De no poder asegurarse una adhesividad efectiva, se estaría frente a la presencia de una falla de eficacia del parche.
Otro inconveniente estaría dado por la reacción de la piel a la presencia prologada de humedad dada por el sudor. Esta reacción adversa se la conoce con el nombre de Maceración y se define como la acumulación excesiva de fluidos en la piel que termina generando arrugas y un reblandecimiento de la misma, la cual trae consigo riesgo de infección al perder su función de barrera. También es característico el color blanquecino que toma el tejido en esta reacción. Usualmente podemos ver este efecto al utilizar apósitos protectores sobre una herida o al utilizar guantes de materiales oclusivos (no traspirables o respirables) durante largos periodos de tiempo.
¿Se pueden evitar estos inconvenientes y asegurar un producto efectivo y seguro para los pacientes?
La respuesta es Si, absolutamente. Durante el diseño y formulación de un parche medicinal se busca conformar la matriz adhesiva con materiales que posean la capacidad de manejar el sudor, evitando su acumulación en la interfaz. El uso de materiales como los acrilatos o los derivados de la celulosa (hidrocoloides) permiten evitar la acumulación de sudor, así como la de asegurar una adhesión efectiva durante todo el periodo de uso del medicamento.
Posteriormente a su desarrollo, estas características son evaluadas durante mediante pruebas clínicas de los productos, asegurando que los mismo cumplan con los mayores estandartes de calidad de las agencias de salud mas importantes del mundo.
De esta manera, podemos afirmar que el manejo efectivo del sudor en la zona de contacto parche-piel, es un desafío que deben ser entendido y resuelto por los profesionales a cargo del diseño y desarrollo de los parches medicinales para poder brindarle a los pacientes productos seguros, confiables y de eficacia comprobable durante toda la vida útil de los mismos.
Ofrecemos experiencia y “know how”; y al mismo tiempo, flexibilidad y adaptabilidad a los requerimientos de nuestros clientes.