Estrategias para desalentar el abuso en parches transdermales

Cecilia Prudkin Analista Senior I+D

Según la Organización Mundial de la Salud, en los últimos años se ha incrementado el consumo abusivo de ciertos fármacos y drogas. Estos abusos tienen en la población consecuencias tales como: daños neurológicos, discapacidades motrices, adicciones, sobredosis y hasta la muerte. Si bien las formas farmacéuticas más abusadas son los comprimidos, los parches también deben considerarse, especialmente aquellos que contienen opioides. serious consequences for the population, including neurological damage, motor disabilities, addiction, overdoses, and even death. While traditional pharmaceutical forms such as tablets are frequently abused, transdermal patches, especially those containing opioids, should also be considered.

Agencias sanitarias, como la FDA (Food & Drug Administration), avalan la toma de medidas para la evaluación de múltiples aspectos que prevengan y desalienten el abuso de un medicamento: desde su empaquetado/etiquetado, su almacenamiento y su descarte hasta su formulación.

 

En ese sentido, se define un método para desalentar el abuso, o ADF por sus siglas en inglés (Abuse Deterrent Formulation), como una estrategia que puede ser implementada para hacer que el abuso de un fármaco resulte más complicado o menos atractivo.

 

Los estudios pre-comercialización, realizados antes de que el fármaco esté disponible en el mercado, abarcan investigaciones sobre abuso clínico potencial, extracción, y diversos estudios in vitro. Estos estudios permiten anticipar las posibles rutas de abuso y los efectos derivados de un uso indebido del medicamento.

 

Por otro lado, los estudios post-comercialización proporcionan información específica sobre casos de abuso y evalúan los efectos de las estrategias antiabuso implementadas en dichos casos. Además, suministran datos sobre el impacto de estas estrategias en los resultados del abuso, como la adicción, sobredosis y muerte.

 

Las estrategias para desalentar el abuso pueden ser incorporadas tanto en la administración como en la formulación de un medicamento, adaptándose a la ruta de abuso más prevalente, ya sea inhalación, inyección o masticación.

 

Ejemplos de medidas anti-abuso en la administración incluyen el uso de jeringas prellenadas con la dosis exacta del medicamento o implantes subcutáneos que solo pueden ser manipulados en entornos médicos. Por otro lado, se pueden implementar barreras físicas, como comprimidos demasiado resistentes para ser molidos, o barreras químicas, como agentes gelificantes que previenen la inhalación.

 

Las estrategias pueden también centrarse en la formulación del medicamento. La más común y fácil de llevar a la práctica es incluir un agente aversivo; los agentes aversivos son sustancias que provocan una reacción displacentera en el usuario, como pueden ser sensaciones de picor o amargor muy pronunciadas, o la inducción del vómito. Estas sensaciones o reacciones se producen cuando el usuario emplea el medicamento de una forma alternativa a la indicada por el médico. Si bien esta metodología no evita el abuso, hace que la experiencia del usuario sea menos placentera.

 

Otra forma de implementar una ADF es incluir en la formulación un agente antagonista. Los agonistas son sustancias que pueden unirse a los diferentes receptores celulares, y se encargan de producir respuestas fisiológicas que el cuerpo necesita. Los antagonistas, por el contrario, inhiben la activación de los receptores, bloqueando la acción del agonista.

Los parches medicinales comúnmente abusados o empleados de manera incorrecta incluyen principalmente a los que contienen opioides como el fentanilo, la morfina y la buprenorfina, pero también lo son los parches anti-náuseas, los hormonales, los antidepresivos y parches para síntomas de enfermedades como Parkinson o Alzheimer. Las vías de abuso más frecuentes incluyen aplicar múltiples parches a la vez, la inyección, la inhalación y la vía transmucosa/oral.

 

En la actualidad, no hay productos en el mercado de parches transdermales que cuenten con estrategias para desalentar el abuso. Sin embargo, se reconoce la importancia de explorar desarrollos futuros que incluyan estas medidas, considerando los beneficios que estos sistemas ofrecen a la población, como su aplicación fácil y cómoda

 

Estas estrategias se enfocan en incorporar un agente aversivo dentro del parche de manera que impida la extracción transdérmica del compuesto. Este agente está diseñado para activarse en caso de intentos de manipulación destinados a extraer el principio activo. En tales situaciones, la extracción afecta tanto al principio activo como al agente aversivo, generando así una respuesta aversiva rápida que desincentiva la continuación del abuso.

 

Además de incorporar un agente aversivo, existe la posibilidad de diseñar parches medicinales que integren un par agonista/antagonista. En esta configuración, si se sigue adecuadamente el modo de empleo, únicamente se activará el agonista mediante la vía transdérmica. En situaciones de uso indebido, como una extracción en alcohol, la presencia del antagonista anulará la acción del agonista, inutilizando el fármaco. Es crucial destacar que en este diseño, se garantiza que el antagonista no sea liberado de manera antagonista, asegurando la efectividad del enfoque antiabuso.

 

En lo que respecta al etiquetado del producto, cuando ya se disponen de datos que pueden reducir significativamente el riesgo de abuso, como posibles efectos secundarios, es recomendable incluir esta información en la etiqueta del medicamento. Esto abarcaría resultados de estudios in vitro, farmacocinéticos o de potencial abuso clínico, que contribuyan a resaltar los efectos del producto cuando se utiliza a través de diferentes vías de administración o en condiciones de uso diversas.

 

Conclusión

En respuesta al creciente problema de abuso de fármacos, especialmente en parches transdermales, se han implementado estrategias, conocidas como ADF, para desalentar estas prácticas. Desde la fase pre-comercialización hasta la formulación del medicamento, se han propuesto medidas que van desde el etiquetado hasta la inclusión de agentes aversivos y el diseño de pares agonista/antagonista en parches para prevenir los riesgos asociados al abuso. Aunque actualmente no hay en el mercado parches con estas estrategias, diversas compañías trabajan en su desarrollo, buscando ofrecer opciones más seguras y prácticas para la administración de medicamentos y drogas.

 

 

Referencias:

– Center for Drug Evaluation and Research, 05/06/2020. Transdermal and Topical Delivery Systems – Product Development and Quality Considerations | FDA

-J Multidiscip Healthc. 11/07/2018. An overview of abuse-deterrent opioids and recommendations for practical patient care – PMC (nih.gov)

– J Med Toxicol. 12/2012.

Tammi Schaeffer. Abuse-deterrent formulations, an evolving technology against the abuse and misuse of opioid analgesics – PubMed (nih.gov)

– Abuse-Deterrent Opioids-Evaluation and Labeling | FDA

– https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/opioid-overdose

– Abuse-deterrent formulations: transitioning the pharmaceutical market to improve public health and safety – PMC (nih.gov)

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