Es importante destacar que la sustenibilidad no solo se refiere a la viabilidad económica de una industria, sino también a su impacto social y ambiental. En el caso de la industria farmacéutica, la sustenibilidad se mide a través de varios indicadores, como la eficiencia en el uso de los recursos, la minimización de residuos y emisiones, el cumplimiento de normas de seguridad y calidad, la accesibilidad a medicamentos y el impacto en la salud de la población.

En cuanto a la sustentabilidad ambiental, la industria farmacéutica tiene un impacto significativo en el medio ambiente debido a la generación de residuos peligrosos, el uso de energía y agua, y la emisión de gases de efecto invernadero. Para hacer frente a este problema, las empresas farmacéuticas están trabajando para reducir su huella de carbono y mejorar la eficiencia energética, así como implementar programas de gestión de residuos y el uso de energías renovables.

Económicamente, la industria farmacéutica debe asegurarse de que su producción y distribución sean rentables y sostenibles a largo plazo, sin dejar de ofrecer precios asequibles para los pacientes y el acceso a los medicamentos esenciales. Para hacer frente a este desafío, la industria farmacéutica está trabajando en la innovación y el desarrollo de nuevos medicamentos y mejorando la eficiencia y la productividad en la fabricación y la cadena de suministro.

Socialmente, la industria farmacéutica es responsable de garantizar que los medicamentos estén accesibles y disponibles para todas las personas que los necesiten, independientemente de su origen socioeconómico o geográfico. La industria farmacéutica está trabajando en colaboración con gobiernos, organizaciones sin fines de lucro y otros actores para mejorar el acceso a los medicamentos y reducir las brechas de equidad en salud.

A medida que las empresas farmacéuticas buscan mejorar su impacto en el medio ambiente y la sociedad, adoptan prácticas más sostenibles en todas las etapas de su cadena de suministro, desde la investigación y el desarrollo hasta la producción y distribución de medicamentos.

La investigación y el desarrollo (I+D) de nuevos medicamentos pueden ser costosos y tener un gran impacto ambiental. Para hacer frente a estos desafíos, algunas empresas farmacéuticas están adoptando prácticas más sostenibles en sus programas de I+D.

Una de las formas es mediante el uso de modelos in vitro y simulación por computadora. Estos enfoques pueden reducir la necesidad de ensayos clínicos, lo que a su vez reduce la cantidad de desechos producidos. Además, algunas empresas están utilizando biomateriales y técnicas de impresión 3D para crear modelos de órganos y tejidos para pruebas de laboratorio, lo que también puede reducir la necesidad de ensayos clínicos con animales.

Las empresas están abordando la sostenibilidad en la producción de medicamentos a través de la adopción de tecnologías más limpias y eficientes desde el punto de vista energético. Esto puede incluir la implementación de sistemas de gestión de energía y el uso de energías renovables, como la solar o la eólica.

Además, las empresas también buscan reducir la cantidad de desechos producidos durante la producción de medicamentos. Esto puede incluir la adopción de prácticas de producción más limpias y el uso de procesos de reciclaje para reducir la cantidad de desechos que se envían a los vertederos.

La distribución de medicamentos también puede tener un gran impacto en el medio ambiente y la sociedad. La cadena de suministro de la industria farmacéutica es muy compleja y cada etapa de la distribución puede tener importantes impactos ambientales y sociales. Hoy en día las empresas están trabajando en la implementación de prácticas logísticas más limpias y eficientes.