Diego López – Jefe de Producción
El día mundial de la lucha contra el SIDA, se conmemora el 1 de diciembre de cada año, se dedica a dar a conocer la epidemia de SIDA global causada por la extensión de la infección del VIH.
El día 1 de diciembre fue elegido debido a que el primer caso de SIDA fue diagnosticado en este día en 1981. Desde entonces, el SIDA ha matado más de 25 millones de personas en todo el mundo, haciéndola una de las epidemias más destructivas de la historia registrada.
El concepto de dedicar un día a la lucha contra el SIDA en el mundo se originó en la Cumbre Mundial de Ministerios de la Salud de 1988, dentro de los programas para la prevención del SIDA. Desde entonces, ha sido tomado por gobiernos, organizaciones internacionales y caridades alrededor del mundo.
Desde 1988 hasta 2004, el Día Internacional de la Lucha contra el SIDA fue organizado por UNAIDS (ONUSIDA), organismo que escogía un tema para cada año, después de consultarlo con otras organizaciones. En 2005 la UNAIDS entregó la responsabilidad de la conmemoración de este día a la Campaña Mundial contra el SIDA (WAC, World AIDS Campaign), una organización independiente.
En este día se realizan ceremonias para recordar a las personas muertas víctimas de HIV/SIDA. Los gobiernos y profesionales de la salud también realizan actos especiales en este día como conferencias y discursos sobre temas relacionados con el SIDA. Desde 1995 el presidente de los Estados Unidos ha proclamado oficialmente al Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.
El lazo rojo es un símbolo internacional ideado para mostrar apoyo a la lucha contra el SIDA y solidaridad con las víctimas de la enfermedad.
Estadísticas mundiales sobre el VIH según ONUSIDA
Inversiones
A finales de 2021, había 21.400 millones de dólares estadounidenses (en dólares constantes de 2019) disponibles para la respuesta al sida en los países de ingresos bajos y medianos - alrededor del 60% del total de los recursos procedió de fuentes nacionales.
ONUSIDA estima que en 2025 se necesitarán 29.000 millones de dólares estadounidenses (en dólares estadounidenses constantes de 2019) para la respuesta al sida en los países de ingresos bajos y medianos, incluidos los países que antes se consideraban países de ingresos altos, para poder poner fin al sida como amenaza para la salud pública mundial.
Hacerle frente a las desigualdades, además de ser un elemento central para acabar con el sida, ayudará a promover los derechos humanos de los grupos de población clave y las personas que viven con el VIH, preparará mejor a las sociedades para vencer la COVID-19 y otras pandemias, y servirá de apoyo para la recuperación económica y la estabilidad. Si cumplimos nuestra promesa de abordar la desigualdad, lograremos salvar millones de vidas y la sociedad en su conjunto saldrá beneficiada.
Ofrecemos experiencia y “know how”; y al mismo tiempo, flexibilidad y adaptabilidad a los requerimientos de nuestros clientes.